Un rodamiento es un componente mecánico que ayuda a reducir la fricción y a soportar cargas en un sistema rotativo o lineal. Por lo general, está compuesto por dos partes principales: una carrera interna y una carrera externa. La carrera interna suele ser un cilindro o una esfera que gira alrededor de un eje central, mientras que la carrera externa es un anillo estacionario que rodea a la carrera interna.

Existen varios tipos de rodamientos, como los rodamientos de bolas, los rodamientos de rodillos y los rodamientos de agujas. Los rodamientos de bolas son el tipo más común de rodamiento y se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones, como automóviles, motores eléctricos y electrodomésticos. Consisten en un anillo interior y un anillo exterior, con pequeñas bolas metálicas en medio que reducen la fricción y soportan cargas.

Los rodamientos de rodillos son similares a los rodamientos de bolas, pero utilizan rodillos cilíndricos en lugar de bolas. Se utilizan en aplicaciones de alta capacidad, como maquinaria de construcción e industria ligera. Los rodamientos de agujas son similares a los rodamientos de rodillos, pero utilizan rodillos delgados y en forma de aguja en lugar de rodillos cilíndricos. Por lo general, se utilizan en aplicaciones donde hay espacio limitado y cargas elevadas.

La vida útil de los rodamientos se calcula a partir de las propiedades del lubricante y del diseño, velocidad, carga y condiciones de funcionamiento del rodamiento. El modo de falla más común es el fallo por fatiga, que se produce cuando el rodamiento se somete a ciclos de carga y descarga repetidos. Para prevenir este tipo de fallo, es importante utilizar rodamientos de alta calidad diseñados específicamente para la aplicación y mantenerlos adecuadamente.

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